Nefelibata empieza en noche de luna… Inauguro con ello una crónica de mi relación con la danza desde las palabras. Ojalá disfrutéis de cada poeta, de cada imagen, de cada invitación al viaje. Juntos nos vamos a embriagar.

Hace 20 años, recién llegada a España, daba clases particulares de danza a una mujer. Un día me dijo: “voy a tirar todos esos libros; si te apetece coge alguno”.

Y allí estaba él: mi primer libro de Baudelaire “Las Flores del Mal”. Entre que mi español era precario y que mi luto era reciente no pude con él. Y obedeciendo al propio autor lo cerré una y otra vez… 

Yo, que había sido lectora de Poe, Pessoa y Lorca…, que coincidiréis conmigo en señalar que ninguno de los 3 son “la alegría de la huerta”, por qué no podía con Baudelaire? 

Baudelaire es el espejo de los Poetas Malditos. Hasta que no pude verme frente a frente en este espejo no fui capaz de amarlo. 

Hoy no paso una semana sin leerle… una y otra vez sus poemas se manifiestan en mis movimientos y en el sentir que les alimenta… Baudelaire fue la inspiración para crear el Núcleo Mujeres Malditas, inspiración para nuestro nuevo show Night y es referencia para mi manera de traducir la vida, el arte y mi entrega a la danza.

Aquí os dejo con 3 poemas que en esta noche representan la invitación a seguir conociendo y amándole a él y a tantos otros poetas que nos acompañarán el Nefelibata.

Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, ¡embriáguense, embriáguense sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.”

..mas si, sin dejarse hechizar,
tus ojos saben hundirse en los abismos,
léeme para aprender a amarme…”

Charles Baudelaire


Ensayo fotográfico con Fernando Cea y Myriam Soler para NIGHT inspirado en “EL VAMPIRO” de Baudelaire. Fotos de Cristiane Azem

Tristezas de la luna

Esta noche la luna sueña con más pereza,
Igual a una beldad que sobre muchos cojines
Con mano ligera y de abandono acaricia
La forma de sus senos antes de dormirse.

Sobre el dorso de seda de suaves avalanchas,
Muriente, se entrega a prolongados éxtasis,
Y pasea su mirada sobre visiones blancas
Que ascienden al azul, igual que floraciones.

Cuando algunas veces sobre esta forma, en su languidez ociosa,
Deja rodar una lágrima furtiva,
Un piadoso poeta, enemigo del ensueño,

Acoge esta pálida lágrima en el cuenco de su mano
Como un pedazo de ópalo de irisados reflejos.
Y en su corazón la guarda, lejos de los ojos del sol

Invitación al viaje

Mi niña, mi hermana,
¡Piensa en la dulzura
De vivir allá juntos!
Amar libremente,
¡Amar y morir
En el país que a ti se parece!
Los soles llorosos
De esos cielos encapotados
Para mi espíritu tienen la seducción
Tan misteriosa
De tus traicioneros ojos,
Brillando a través de sus lágrimas.

Allá, todo es orden y belleza,
Lujo, calma y voluptuosidad.

Muebles relucientes,
Pulidos por los años,
Decorarían nuestra alcoba;
Las más raras flores
Mezclando sus olores
Al vago aroma del ámbar
Los ricos artesonados,
Los espejos profundos,
El esplendor oriental,
Todo allí hablaría
Al alma en secreto
Su dulce lengua natal.

Allá, todo es orden y belleza,
Lujo, calma y voluptuosidad.

Mira en esos canales
Dormir los barcos
Cuyo humor es vagabundo;
Es para saciar
Tu menor deseo
Que vienen desde el cabo del mundo.
—Los soles en el ocaso
Recubren los campos,
Los canales, la ciudad entera,
De jacinto y de oro;
El mundo se adormece
En una cálida luz

Allá, todo es orden y belleza,
Lujo, calma y voluptuosidad.

El Vampiro

Tú que, como una cuchillada;
entraste en mi dolorido corazón.
Tú que, como un repugnante tropel
de demonios, viniste loca y adornada,
              
para hacer de mi espíritu humillado
tu lecho y tu dominio.
¡Infame!, a quien estoy ligado
como el forzado a su cadena,
              
como al juego el jugador empedernido,
como el borracho a la botella,
como a la carroña los gusanos.
-¡Maldita, maldita seas tú!
              
Supliqué a la rápida espada
que conquistara mi libertad
y supliqué al pérfido veneno
que sacudiera mi ruindad.
              
¡Ay! el veneno y la espada.
me desdeñaron diciéndome:.
-No eres digno de que se te libere
de tu esclavitud maldita.
              
-¡Imbécil! -Si de su dominio
te libraron nuestros esfuerzos,
tus besos resucitarían
el cadáver de tu vampiro.